¿Qué es un logopeda?, ¿Qué trabajo puede realizar? “Enseñar a hablar” es decir algo de lo que hace un logopeda, pero no es decirlo todo.

Su trabajo se extiende a diferentes áreas como pueden ser: el tratamiento de diferentes patologías de voz, disfemias, disfagias, deficiencia auditiva, atención temprana, demencia, rehabilitación de pacientes con daño neurológico… En definitiva, atiende a toda aquella necesidad que pueda surgir a nivel comunicativo y lingüístico.

Las funciones de un logopeda no se limitan a una simple rehabilitación de dificultades comunicativas. El logopeda va más allá, con unas funciones que girarán en torno a: Prevención, Detección, Valoración, Intervención y Seguimiento de todos aquellos aspectos relacionados con la comunicación y el lenguaje tanto a nivel oral como escrito.Male Female people problems couple puzzle solution

Existen una serie de principios básicos que todo logopeda ha de tener en cuenta antes de poner en marcha el correspondiente tratamiento.

Ø Realizar una intervención considerando al paciente como un todo. Conviene formular objetivos claros que marquen las capacidades funcionales que hay que conseguir para alcanzar un equilibrio global.
Ø Interdisciplinariedad: las intervenciones han de ser confluyentes, y para ello es necesario estar en contacto con otros profesionales: ortodoncistas, foniatras, fisioterapeutas, psicólogos, profesionales que guarden una relación con nuestro paciente,…
Ø No saltarse ningún paso de la intervención logopédica:
o Entrevista familiar
o Evaluación logopédica.
o Marcar las líneas de intervención interdisciplinar
o Devolución de los datos de la evaluación.
o Programas para casa,…
o …
Ø Conocer cómo se realizan las funciones correctamente y su proceso de maduración para después ir realizando un análisis comparativo.
Ø Cuidar la motivación y el interés.

Hay que empezar a desechar la imagen de que un logopeda es como un médico de cabecera que atiende a sus pacientes ante una mesa de despacho.

No trabajamos con patologías sino con personas. No son ellas quienes tienen que adaptarse a nuestro espacio sino al revés. Nosotros somos quienes debemos adaptar el espacio y proporcionar los recursos necesarios para que su rehabilitación se desarrolle de una manera adecuada.

Se requiere por tanto de un espacio, donde el logopeda pueda realizar su trabajo y aportar un tratamiento con carácter individualizado. Ha de ser un espacio adaptado donde cualquier paciente, ya se niño o adulto, pueda moverse con libertad, ya sea en silla de ruedas, muletas, bastón o cualquier otro medio…

Con todo esto, conseguiremos que las personas que acuden a nosotros vean satisfechas sus demandas y comprobarán que sus necesidades, al fin, han encontrado respuesta.